Siempre me
he considerado una persona diferente. A veces pienso que debí nacer en otra época.
Hoy me impacto una aparentemente simple pregunta, que por lo general son pocos
quienes se la plantean, ya sea por la rutina, falta de autoexploración personal
o miedo a saber la respuesta. Alguna vez te has preguntado: Quien eres? Y no me
refiero a cuál es tu nombre, ni tu dirección,
ni tu genero y mucho menos tu trabajo o profesión.
Mi pregunta es, quien eres en realidad, quien eres cuando estas solo y nadie te
ve, quien eres cuando no tienes que demostrar alguna careta; me pregunto quién
eres en el fondo, que te hace reír de verdad, que te hace feliz.
Muchas
veces en la vida, sobretodo mientras crecemos, tomamos decisiones que nos hacen
seleccionar un determinado camino, y muchas veces intentamos seleccionar el
camino ideal o el más adecuado de acuerdo a las expectativas que los demás
tienen de nosotros, de acuerdo a lo que la sociedad establece como éxito, de
acuerdo a lo que nuestros padres esperan. Pero qué hay de lo que nosotros
esperamos, de lo que nosotros queríamos cuando teníamos 8 años y cuando los
grandes nos abruman con la típica pregunta: Que quieres ser de grande? Nosotros
contestábamos con sinceridad, y decíamos lo en verdad queríamos, ya sea ser
escritor, astronauta, explorador, cantante o matemático.
No creo que
nadie a esa edad, piense en ser exitoso, solo queríamos ser felices. Y conforme
pasa el tiempo, uno se da cuenta que a pesar de tener todo lo que nos
proponemos, todavía se siente un vacio, todavía no se siente bien, todavía no
te sientes feliz y piensas en conseguir aún mas, ya que eso te hace sentir que
si consigues ese ascenso, ese peso, ese cuerpo, ese carro, esa casa de playa
con piscina, entonces, mágicamente, automáticamente, y sin dudarlo, serás
feliz. Y misteriosamente, te presionas más y más en el trabajo, en el gimnasio y en tu día a
día, para llegar más rápido a tu nueva meta. Como si no fuera suficiente quien
eres o donde estas.
Y entonces,
cuando menos lo imaginas, perdiste el peso que deseabas, ascendiste y te
compraste lo que tanto anhelabas; pero de pronto, no sientes la “felicidad” que
esperabas, y de pronto, te das cuenta que eso te hace encajar mejor en la
sociedad actual, te hace quedar mejor frente a tu pareja o tus padres, pero que
hay de ti?; y sin saber la razón, sigues sin recordar tu rumbo.
Conforme
los días pasan, te das cuenta, la vida es demasiado corta para encajar en todo
lugar. La vida es demasiado hermosa para
no sentirnos completamente libres con nuestras elecciones diarias, sin importar
cuales sean. Empieza hoy, nunca es tarde para empezar de nuevo e ir en contra
de todo los estereotipos con los que hemos aprendido a vivir. Es difícil romper
los nuestros esquemas, y definitivamente da miedo el cambio, pero si lo que
hacemos hoy, no nos hace sonreír de la alegría, no nos hace inspirarnos, no nos
hace sentirnos extraordinarios; entonces es mejor aventurarse a lo desconocido
y empezar a ser nosotros mismos, siendo fieles a quien somos interiormente,
siendo fieles a nuestras ideas, pensamientos, sentimientos y actitudes.
Nacimos, y
conforme fuimos creciendo, empezamos adoptar actitudes en nuestro
comportamiento para satisfacer a nuestros amigos, a nuestros padres, a nuestros
maestros, al chico o chica que nos gusto. Y así, sin darnos cuenta y sin
preverlo, adquirimos un rol establecido, un comportamiento determinado que nos
representa con los demás, y muchas veces, para no ir en contra de lo que los
demás piensan que somos, dejamos a un lado lo que se nos antojó hacer o decir.
A veces, nos mentimos tanto, que intentamos engañarnos, diciéndonos,
repitiéndonos que está bien, que así nos comportamos, que determinada marca de
ropa, determinado perfume, determinadas actitudes son meramente nuestras; pero
muy en el fondo sabemos lo que queremos.
Siempre se
nos dijo que actuáramos de una determinada manera, es decir, por ejemplo: si
eres la típica chica sociable que le gusta la ropa y los accesorios y reír en
voz alta, automáticamente, ser inteligente queda descartado, ya que ser la
chica fashion es lo que te representa. Y por el otro lado, si eres inteligente
y adoras los libros, todos esperan que tengas perfectas calificaciones, y no
que seas sexy y femenina, ya que esas características no te representan del todo.
Pienso firmemente
que todos los seres humanos somos demasiado complejos para ser disminuidos en
algo tan escaso como un estereotipo. Todos, sin excepciones, tenemos diferentes
facetas, y debemos sentirnos cómodos con todas y cada una ellas. Una mujer
puede ser inteligente, leer libros y tener buenas calificaciones, y al mismo
tiempo ser amante de la moda, ser sociable, ir al salón de belleza y sentirse
sexy. No tiene porque sentirse mal, cuando su comportamiento no encaja con los
estereotipos típicos. Somos personas llenas de sentimientos y emociones, y
merecemos ser aceptados, sin la presión de ser de alguna determinada manera.
me encanto!!! gracias!
ResponderEliminar